Extremadamente peligrosa
Extremadamente peligrosa
La precursora de la emancipación femenina

"Tenía la clara sensación de que algo nuevo y maravilloso había nacido en mi alma" Emma Goldman (1869-1940)
Esa clara sensación me dejó el primer libro que leí de Emma Goldman. Hablar de ella, tratar de suavizar sus acciones o contener la pasión y el desafío que provoca es realmente una proeza.
Adentrarse a su vida es recorrer grandes acontecimientos de la historia,
ya que fue pieza fundamental en el desarrollo de la filosofía política
anarquista de Europa y de los Estados Unidos. Principalmente fue en este país
donde participó con mayor fervor; por décadas luchó incansablemente contra la
desigualdad, la represión y la explotación. Defendió incansables luchas contra
los abusos y arbitrariedades en contra de la clase obrera; exigió mejores
condiciones de trabajo y se convirtió en una apasionada defensora de la
libertad de expresión. Goldman apoyó a varias organizaciones sindicales
ganándose rápidamente el desprecio y la enemistad de los estrechos círculos de
la alta sociedad.
La voz de Emma la roja causaba gran revuelo, fue una mujer temida por su discurso; atacó directamente al gobierno, las actividades industriales y a la iglesia. Condenó el capitalismo como causa de la pobreza y de todos los males sociales; denunció fuertemente la educación y criticó al matrimonio diciendo ser artificial y represivo, en cambio dio su aprobación al amor libre. Cuando esta singular mujer hablaba en público sobre temas considerados escabrosos como la libertad sexual, la independencia de las mujeres, sobre homosexualidad, la prostitución, del control de la natalidad y de cómo se debía usar un anticonceptivo era arrestada de inmediato. Emma resultó ser una bestia negra. Imagine esta ideología en año de 1883; seguramente para las autoridades religiosas fueron espeluznantes.
Esta controvertida mujer de libre pensamiento y de ideas vanguardistas
le valió ser considerada por el gobierno y la prensa estadounidense "la mujer
más peligrosa del mundo". Emma fue vigilada, arrestada un sinfín de veces, le
prohibieron hablar en público y le fue negada la estancia en varios países. Fue
encarcelada en tres ocasiones, pero para ella, no era relevante.
A los cincuenta años la
deportaron en calidad de extranjera criminal-anarquista. Escribió su
autobiografía Living my life (Vivir mi vida) en 1931; nueve años después
una hemorragia cerebral le causó la muerte. Su voz quedó suspendida en el
tiempo, sin embargo, Emma Goldman siempre será paradigma del feminismo radical.
Sencillamente una mujer extraordinariamente fascinante.